Escena de "Las Meninas" de Antonio Buero Vallejo |
Muchas veces se ha discutido en
círculos intelectuales el porqué la gente no asiste al teatro. Algunos
argumentan que los montajes son muy caros para la mayoría de la población,
mientras que otros refutan sobre los diversos aspectos culturales que alejan a
la gente de poder apreciar una obra. Más precisos: el pueblo mexicano se ha
caracterizado por tener un nulo interés por el teatro, siendo una minoría la
que asiste a las diversas funciones y conforma el escaso público teatral.
Lo
primero que se le viene a uno a la cabeza sobre esta interrogante es
¿necesariamente alguien “culto” debe ir al teatro? No lo creo. Me parece que la
gente no tiene la menor predilección en crearse el hábito de ir a ver una obra.
En tiempos recientes, el primer acercamiento que muchos tienen a un espectáculo
teatral es durante su etapa estudiantil, entre los años de secundaria y los de
preparatoria, cuando les casi obligan a ver representaciones con temática histórica,
el consumo y adicción a las drogas, sexualidad y embarazos no-deseados, o algo
relacionado con la orientación vocacional. Muchas de estas obras tienen un
motivo moralizador o con intención juzgadora, y ciertamente a nadie le gusta
que lo regañen (mucho menos en público). Otro acercamiento que los jóvenes
tienen del teatro es leyendo obras como “Romeo y Julieta” o a los clásicos
griegos, pero como no está escrito en un lenguaje similar al de ellos les
parece tedioso. Así es como se van alejando más y más. Entonces, ¿cuál es, o
debería ser, el esfuerzo del sistema educativo y/o familiar para que los
jóvenes vayan al teatro y no lo vean como algo “aburrido”?[1]
Segundo problema:
¿cuánto debe pagar alguien por un boleto? Debemos de aceptar, pues, que la
gente siempre se fija en los precios de todo. Y es verdad que la mayoría de los
pocos interesados en el teatro recurren a obras comerciales (especialmente
cuando se trata de un montaje con artistas de amplio reconocimiento de cine o
televisión), por tanto no es un costo simple. De ahí que se ha generalizado a
la industria teatral como un servicio de élite, ya que no todos disponen de
pagar más de doscientos pesos —aproximadamente— por un lugar de la butaca (y
hablo de la zona general). También debemos analizar el caso de las obras
subsidiadas por el Estado. Para Luis de Tavira, actual director de la Compañía
Nacional de Teatro (CNT), el costo del boleto en obras que son montadas en
recintos del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) no debe ser caro ya que:
“El teatro público no se debe cobrar, ya está pagado. El ciudadano lo pagó
porque es producido con la riqueza nacional”.[2] Sin
embargo, la gran mayoría de las personas desconocen la existencia de los
diversos centros culturales y las funciones que ofrecen de manera bastante
accesible (treinta pesos). Es el caso de los “Jueves Teatreros” en los que
lugares como el Centro Cultural Universitario de la UNAM, el Centro Cultural
del Bosque y demás centros del INBA, ofrecen una amplia gama de espectáculos como
una forma de acercar a la gente por el gusto teatral.
Este
otro punto es importante: ¿dónde se ubican los recintos teatrales? Pongamos el
ejemplo del Distrito Federal, ya que es aquí donde se albergan la mayor parte
de los teatros del país (aproximadamente 147 en total). Según el Mapa
Interactivo sobre Infraestructura y Patrimonio, Hábitos Culturales en México
(basado en la Encuesta Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Culturales del
2010) [3] en
la capital del país el 23.2% del total de la población asisten por lo menos UNA
vez al año, en comparación del 76.8% que no. De ello también la ubicación de
los recintos se encuentra en una disparidad: sólo en la zona Centro del D. F.
se ubican cincuenta teatros en comparación con el Oriente donde hay menos de
trece. La zona Sur es una excepción pues alberga a casi treinta recintos, esto
por considerarse un sendero “cultural” por su proximidad a las instalaciones de
la Ciudad Universitaria de la UNAM (y que ésta alberga su propio Centro
Cultural).[4]
Surge entonces otra cuestión: ¿la gente no va porque le queda lejos de su
domicilio? Si regularmente las funciones son pasadas las ocho de la noche, y
sabiendo los distintos problemas viales que aquejan a una metrópoli como la
ciudad de México, ¿cuánto tardan en trasladarse? Esto es un serio problema para
la sociedad de la capital, ¿podríamos imaginar a un aficionado de teatro del
municipio de Nezahualcóyotl, de la Zona Metropolitana del D. F., que tenga que
trasladarse casi dos, tres horas, para ver una obra, y a altas horas de la
noche en la zona centro-sur de esta urbe y que debe levantarse a las 4 a.m.
para ir a trabajar?
En
conclusión: son diversos los factores por los que la gente no va al teatro, y
me parece que es una cuestión que no sólo las entidades culturales deben
ocuparse. En conjunto, la sociedad puede reclamar su “derecho al teatro” (como
Tavira menciona) pues es un espectáculo que no sólo alimenta el alma, también
llena de experiencias sobre la existencia del ser humano. Empero, más que
pensar en los costos, se debe fomentar más el hábito de que la gente asista de
manera regular al teatro. Compañías como el Carro
de Comedias que dan función todos los sábados al medio día en la explanada
del Centro Cultural Universitario de la UNAM han tenido un éxito rotundo al
realizar sus montajes de manera gratuita y al aire libre; o como el recién
creado Proyecto Ruelas del Festival
Cervantino, donde la gente de diversas comunidades del estado de Guanajuato
asistieron por vez primera a un espectáculo teatral, e incluso, participaron
como actores.
[1]
Sírvase de ejemplo la iniciativa de algunos actores sobre el tema. “Necesario
incrementar el interés por el Teatro en México”, en: La Jornada, 12 de julio del 2014, http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2014/07/12/necesario-incrementar-el-interes-por-el-teatro-en-mexico-4071.html
(Consultado el 1 de septiembre del 2015).
[2]
Víctor García Esquivel, “El teatro no forma parte de las opciones culturales de
la mayoría de mexicanos”, en: Crónica,
19 de mayo del 2014, http://www.cronica.com.mx/notas/2014/834073.html
(Consultado el 1 de septiembre del 2015).
[3] http://mapa.sic.gob.mx/index.php?tema=teatro&estado_id=9
(Consultado el 1 de septiembre del 2015). A pesar de que esta encuesta se
realizó hace cinco años, los datos que arroja parecen aún tener validez en
estos tiempos.
[4] En
este lugar se encuentran salas de concierto, danza y espacios teatrales como el
teatro Juan Ruiz de Alarcón, el foro Sor Juana Inés de la Cruz y el Centro
Universitario de Teatro.