CCH Oriente, 1972-2012
Puedo decir que mi experiencia en el
CCH Oriente fue muy grata, en la que aprendí demasiado y comencé a tener una
vida “de adolescente”, con amigos que hasta ahora, he considerado no como tal,
sino como parte de mi familia. Sin embargo, tal y como hoy se percibe el CCH no
fue el planteamiento principal del doctor Pablo González Casanova (rector de la
UNAM en los años 70’s), veamos sus antecedentes.
González Casanova abrió este sistema
de bachillerato analizando la situación que vivían los jóvenes del país, pues sólo
podían acceder a las famosas vocacionales del Politécnico o a las Prepas de la
Universidad; las segundas eran más pedidas debido al famoso “pase automático”
que ofrecía la máxima casa de estudios, sobre todo para las carreras de
medicina, química, ingenierías y arquitectura las cuales se encontraron muy en
boga con el auge económico que el país vivía en ese entonces. Además, quedaba
una herida que no sanaba: la experiencia del movimiento estudiantil de 1968,
con la que el gobierno quedaba en deuda
con los estudiantes y ambas instituciones educativas.
A raíz de estos momentos sociales,
González Casanova ideó un proyecto de bachilleratos en los que el estudiante
fuera más libre, investigara y comenzara a tener un espíritu crítico siguiendo
el lema “Aprender a ser, aprender a aprender
y aprender a hacer”, resumiendo los principios básicos de la nueva
educación mexicana. Además de esto, los primeros profesores de los CCHs fueron
principalmente personajes involucrados en el movimiento de 1968 con los cuales
se comenzó a diseñar un modelo educativo en México (basándose en la educación
socialista de Lázaro Cárdenas en la década de los años 30) que siguiera el
pensamiento del materialismo histórico, es decir, enseñar en sus aulas a Marx,
Engels, Lenin y muchos otros autores que las prepas y las vocacionales no
estudiaban con gran profundidad y también hacer una educación técnica en cuanto a las denominadas "Opciones Técnicas" donde el alumno podía adquirir, además de su educación de bachiller, una carrera técnica con la cual poder buscar empleo mientras estudiaba en el ámbito universitario.
Los primeros planteles que se inauguraron en marzo de 1971 fueron Azcapotzalco, Naucalpan y Vallejo con lo que se pretendía atraer a alumnos de clase media y baja de la periferia exterior de la ciudad de México.
Este modelo planteó materias como Lógica,
Estética, Griego, Latín, Teoría de la Historia, Historia Universal y de México,
Cálculo, Estadística, Química y otras muchas materias que desarrollaban un gran
panorama al estudiantado sobre las ciencias rígidas y las humanidades. Sin
embargo, este modelo educativo sufrió un gran cambio en 1997, cuando el “modelo
de competencias” se aplicó en México en los diversos niveles educativos. El CCH
pierde gran parte de sus principales valores cuando “Filosofía” abarca los
grandes campos de estudio de esta materia en cuatro unidades en dos semestres;
las ciencias sociales y humanidades quedan relegadas en sólo dos campos de
materias y las ciencias rígidas-matemáticas engloban casi 4 campos de estudio
de este colegio con lo que su nombre se transforma en CIENCIAS y humanidades.
Para nuestro caso de estudio, o sea
CCH Oriente, hay que mencionar que fue el penúltimo en inaugurarse el 3 de
abril de 1972. Una característica principal de este plantel fue que no se
construyó en la periferia central de la capital sino que se alejó al Oriente
(como su nombre indica) para acercar a alumnos que vivieran en zonas como
Iztacalco, Iztapalapa, Nezahualcóyotl, Los Reyes, Chalco, Ixtapaluca y otras
que se encontraran “cerca” con el fin de acercar a diversos jóvenes de clases
bajas y medias a la educación media superior y que entraran en un ambiente
universitario. Esto queda muy bien marcado, pues si nos acercamos ahora al
plantel podemos ver desde el joven “fresa” bien vestido hasta el “vato”
cholo-skato-punk-reggaetonero en un mismo salón de clases.
En cuanto al modelo educativo, CCH
Oriente percibió mucho este gran cambio que tuvo, pues en sus inicios se puede
recordar a los alumnos de este plantel participando activamente en movimientos
político-sociales y ahora ya muy pocos (o casi nulamente) hay estudiantes que
participen en ellos. Sus profesores más antiguos como Javier Centeno Ávila,
Feeve Montiel Espinosa, (profesores que afortunadamente tuve en clase) e Ismael
Colmenares siempre se mantuvieron al pie de la lucha, a veces oponiéndose al
nuevo modelo y otras más replanteando la estructura del plan de estudios
marcando el pensamiento inicial del colegio.
En fin, no nos queda más que pensar
nuevamente qué tanto ha pervivido el espíritu de los primeros ceceacheros, y
cómo es que ha cambiado a lo largo de estos 40 años de historia, además de ver
su cambio drástico del pensamiento “crítico” a uno enfocado a competencias
donde las Ciencias han preponderado este sistema y las Humanidades queden
relegadas “como materias de relleno”.
4 comentarios:
Me gusto mucho tu reseña. Me Hubiera encantado entrar al CCH Oriente y a la vez me da coraje que los que logran entrar no aprovechan su lugar. En fin Ahora le a ponerle mas empeño para entrar a la UNAM.
me llego al corazon me hubiera encantado estar ahi pero el destino o yo o miles de cosas deciedieron que no...
Como alumna del plantel solo puedo decir que ahora ya no se participa activamente como antes porque desgraciadamente los "lideres" de las huelgas son los llamados fósiles y solo se perciben sus actividades como plantones, marchas y otras cosas como pretextos para perder clases, y la participación en la vida política de la Universidad no se percibe como importante.
Felicidades por tu escrito, recuperemos la esencia del CCH Oriente.
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