Por Eduardo López Mendiola
Me invitaron a escribir unas
letras sobre lo que acontecía en la escena joteril mexicana de la Ciudad de
México durante la década de los noventa, y para acabarla de amolar Ismael
(@Grisem19) me dice “los antros en tus años mozos”…. No se si su comentario
me evocó las más exitosas cátedras de las “vestidas” del 33 sobre cómo romperle
una botella en la cabeza a un cristiano siempre con la sonrisa en la boca, o
simplemente hablar de ésta época en la que aprendí a romper botellas en la
cabeza de los cristianos siempre con la sonrisa en la boca… ¡Pero por supollo que opté por lo segundo!
Como diría Loui
en Entrevista con el Vampiro: “la
generación del fin de siglo trae nuevas experiencias y genera expectativas en
una muchedumbre que, alocada en si misma, se perfila hacia una dirección más
liberal”. En nuestro caso, los maravillosos noventa, arrancaban con el estigma
de la década anterior – sobre todo desde 1985– donde el fantasma mortal del VIH era la “respuesta
divina” a tanta sodomía y porquerías vertidas desde el Yellow Submarine y hasta Boy
George. La sociedad moralina había determinado que ser homosexual, lesbiana
o cualquier cosa que no fuera heterosexual hiperortodoxo en su religiosidad, y
que no perteneciera a “lo común” debía
ser marcado vilmente no como pervertido o desviado, sino como Sidoso que se
tenía que morir por mano y obra del ángel vengador del Señor.
La incipiente
comunidad Gay… sí, en la década de los noventa apenas entrabamos con la lista
de letras que nos caracteriza, hasta 1990 teníamos la comunidad Gay; en 1995 se
decía Lésbico-Gay, en 1998 ya éramos LGBT, y después de allí se fueron
agregando letras hasta lograr la ametralladora… Pero regreso al punto, la
incipiente comunidad Gay – que quería repuntar entre los estertores de la muerte
del virus –y de una mala organización interna sobre lo que se entendía como
comunidad– se enfocó a demostrar “quiénes
éramos”. Para refrenar todo este tipo de cuestiones moralinas se invitaba a
cuanta jotita hubiera en el mundo que saliera del clóset y se mostrara tal cual
era en sí mismo… Sí claro, pero no te decían que antes de salir del clóset era
necesario, aceptarse y asumirse… así que de pronto, cual arcoíris salía después
de la tormenta, del mismo modo salió del closet el mundo gay.
A prácticamente
cinco años del temblor de 1985, la vida nocturna se llenó de un arcoíris.
Mientras en la Zona Rosa se mantenían centros de “sano esparcimiento” icónicos
como El Taller, aparecieron lugares
como El Antro, El Celo y los famosos CabareTitos,
en toda la ciudad se abrieron una cantidad impresionante de lugares. En el
Centro Histórico se contaban con lugares de tradición como El Viena –que permitía todo tipo de cosas torcidas menos besos
entre hombres– que sigue estando en la calle de República de Cuba… pero no sólo
era el Viena, en Pensador Mexicano –la misma calle pero del otro lado de Eje
Central– estaba Los Rosales, o como
se le conocía popularmente El Men, lugar
de donde salían todos los shows travestis de la ciudad. Si un travesti no hacía
su debut en El Men, entonces no sabía
que era iniciar bien su carrera.
Bar "El Viena" (interior) |
Siguiendo en
la calle de Cuba, pasando el Viena y
su simbionte el Oasis, se ubicaron
lugares como el 42, el Cluster –una cervecería que atendía
desde la 10 de la mañana hasta las 20 horas– exactamente cuando se abrían el Viena y el Oasis. Ya rumbo a Garibaldi uno podía disfrutar un rato en el 14, un antro que compartía su clientela
con lo más selecto de la milicia… pura sardina, y que tenía show de sexo en
vivo ¡Por parte de los militares! Las redadas militares eran también parte del
show, por lo menos una vez al mes, Para 1998 el lugar fue cerrado y se mudaron
bien lejos, al ladito y ahora se llamaba el 15.
Pero no podemos dejar de lado el mítico 33
que se había agenciado la canción de Mecano,
la de Cruz de Navajas, como parte
de su imaginario local. El 33 fue el after por excelencia y que merecería un escrito independiente para
él, ya que convivían desde el niño más hiperfresa del momento –e igualmente
sabrosisísimo– con la vestida más famosa de la región del Anáhuac, como
convivían las chicas nice con las
lesbianas, sin problemas. Era el paraíso terrenal en cordialidad y armonía.
Bar "El 33". Actualmente sigue en funcionamiento |
Si bien entre
1991 y el 2000 aparecieron y
desaparecieron una cantidad brutal de antros, lo interesante fue la vasta oferta
de lugares de disfrute nocturno de la comunidad Gay…. Desde el Catzy en Satélite, pasando por todos los
antros de la Zona rosa y llegando hasta Privatta
y el Ángel Azul en Universidad, la
ciudad de México se empezó a enfrentar a una diversidad que se presentó con una
particularidad en cuestión de la vida nocturna: los antros gay eran los únicos
que abrían hasta la madrugada. Mientras la mayoría de los antros regulares
cerraban a las tres de la mañana, los antros de ambiente cerraban a las cinco
de la mañana y terminaba la vida nocturna cuando abría el metro. Esto logró que
los compañeros de ruta voltearan a los lugares gay como parte de la fiesta
nocturna.
No era difícil
ver en lugares como El Butterfly, Anyway, Penélope, a una bola de jóvenes heterosexuales que se articulaban
con la banda joteril del momento (¡Saludos @Maligna_Bambola!). Eso también empezó a
romper esquemas, ya que esta nueva generación también estaba irrumpiendo en
lugares donde el ghetto gay marcaba las pautas. Contábamos con lugares exclusivos
para hombres y exclusivos para mujeres. El
Taller por ejemplo no admitía la entrada a travestis o mujeres, y las veces
que Tito Vasconcelos ponía en escena “Mariposa de Bar” se hacían rituales en
donde “se quitara el aroma a pescado o algo por el estilo”. En este aspecto, la
década de los noventa no se entendería sin Media
Noche en Babilonia de Tito Vasconcelos y sin El Taller donde el célebre grupo Guerrilla Gay con sus
“martes del Taller” se posicionó como el
portavoz de la salida del clóset y también fueron los promotores de un sinfín
de grupos como lo fueron Palomilla Gay y Unigay,
entre otros, quienes marcaron un fuerte activismo frente a la sociedad
tradicional heteronormativa.
Bar "El Taller". Década de los 90 |
La escena
política de la ciudad de México sobre la diversidad sexual se fue reflejando en
un sinfín de posicionamientos. Desde los que nos fuimos a besar en el Vips del
Ángel ante la acción homófoba del gerente ante una parejita, pasando por los
que nos fuimos a encadenar a Gobernación por la igualdad de derechos, hasta los
que, desde la parte cultural buscaron espacios, como lo era la “Semana Cultural
Gay” que prácticamente duraba todo el mes de Junio culminando con la Marcha
LGBT…. y lo que sigue.
Entre 1994 y
1995, la comunidad había declarado una fuerte batalla sexo-política que abrió
espacios, pero a la par también generó una reacción adversa. Los crímenes de
odio por homofobia se intensificaron. La sociedad heteronormativa no estaba
contenta con la acción de emancipación que se estaba dando en todos los
sectores. Ya no importaba si la jotita era pobre o rica, solo por el hecho de
ser distinto ya tenían problemas. Por ello mismo se propuso la Comisión contra
Crímenes de Odio por Homofobia, para poder registrar todos los actos de
asesinatos y violaciones a la gente “de ambiente”.
No podemos
entender nuestro acelerado siglo XXI con todas estas parejitas de niños que van
agarrados de la mano y donde la gente se llega a sentir molesta ante la
creciente cantidad de noviecitos que se besan o en el metro, sin las acciones
de la generación de la década de 1990. Es en esta década donde se abrieron
muchos espacios para expresarnos, y si no se abrían los empezábamos a
oficializar. El vagón del metro denominado “la cajita feliz” que había empezado
en las líneas 2 y 3 del metro de pronto se masificó a todas las líneas y con
horarios específicos en algunas y en otras todo el día. La lucha por los
espacios era irrumpir, voltear y decirle al heterosexual impresionado si le
molestaba porque si así era entonces lo harían con más gusto.
El cambio de
Gobierno favoreció mucho el desarrollo de esta comunidad. La transición de una
regencia Priista a un Gobierno de Izquierda con Cuauhtémoc Cárdenas y posteriormente
con “Chayito Robles” –a quien se le despidió cual Evita Perón– en el Zócalo y
hartas banderas de la comunidad ondeándose en favor de ella abrió camino a una
nueva forma de sociabilización más heterogénea. El siglo XXI se marcaba como un
camino hermoso y dulce maravilloso para el sector gay… hasta que llegó el
Gobierno de AMLO, con sus políticas “inclusivas” que dieron al traste a mucho
de lo que se había logrado políticamente bajo la idea de que se debía hacer plebiscito
para que la sociedad dijera si los derechos de los LGBT se aceptaban o no….
Como
comentario final, la década de los noventa reabrió el camino por los derechos y
la búsqueda de equidad. Ahora bien, a los ojos de la historia tenemos la
obligación de ir más allá de un simple panorama como el que aquí intento
plasmarle a muy pero muy amplios rasgos. Lo aquí vertido es sólo un pequeño
panorama, para que con sus comentarios vayamos dibujando a mayor detalle esta
maravillosa y alocada década de fin de milenio.
10 comentarios:
Buscando información sobre el antro: Penélope de los finales de los 90's, principios del 2000, me encontré tu blog. Muchas gracias Ismael! Me hiciste recordar cosas maravillosas que pase en mis años de juventud! Saludos!
Hola! Estoy haciendo un reportaje sobre antros gays en la ciudad de México. ¿Sería posible hacerle una entrevista?
Hola, hay muchos antros que he intentado buscar en las redes y casi nadie hace mención. Si pretendes hacer otro reportaje puedo ayudarte. Mi wats es 5542846747
Hola, yo.recuerdo lugares como spazio, la estación, los varios cabaretitos que de pronto prevalecían en el medio. El box en Polanco, living en la calle Orizaba, el Ansia al sur de la ciudad. Saludos a todos!
TOM'S Leather Bar, clandestine,el famoso 42,el 41,adelitas 14,la chaqueta,el numerito,el palacio de hierro centro histórico,el spartacus,Ixchel,el almacén,el Apolo,el vips de insurgentes y Reforma,el vaquero,el Amsterdam,Henri Donnadieu,Víctor palacios,Mitzi,Jaime vitte,Francis,la Camacho etcétera etcétera....
alguien que tenga fotografias del vips del angel y de un antro gay de nombre kaos en la roma, se los agradecere.
Falta mencionar un antro que se llamaba "el fansy" estaba no recuerdo bien si en la calle de victoria o en la calle de articulo 123 esquina con Lopez. También falta mencionar "el men", a la vuelta del teatro blanquita. Tampoco aparecen las cervecerías gay que estaban alrededor de la glorieta de insurgentes.
Hola... Que tiempos sin duda aquellos y ando batallando al querer recordar un lugar de encuentro que estaba en la calle de Río Panuco, creo se llamaba el Sauna. Si alguien me puede confirmar gracias.
Mi cel. 5579501052
EL DERROCHE que estaba por Mariano Escobedo.
Me encanto y me hizo recordar tu nota, sobre todo a estos 50s que ya tengo ahora, te puedo decir que si naciera otra vez , volvería a ser GAY, Joto , maricón, joto como quieran decirle la gente que nunca me afecto,, viví la mejor época de antros , nos juntabamos 10 a 15 amigos y amigas en el Celo para de ahi hacer la visita de casi todos los antros , caminando a altas horas por Reforma, Chapultepec, Box, Living, Penelope, Ansia, Antro, El taller, Cabaret Tito el de plaza del Angel,el Toms y todos los que abrieron y cambiaron en la calle de antros Gay de Zona Rosa,También el Butter, el Espartaco clásico en Neza, y todos los que se abrieron en plaza de la Republica y que fueron famosos por temporadas, uff e iré recordando nombres pero lo que me queda ahora que ya algunos amigos se han ido y otros seguimos de pie, como en mi caso luchando contra la Homofobia y Odio , por haber tenido una relación de 18 años con el amor de mi vida, quien hace 6 años que partió y me ha cambiado o más bien se ha esclarecido la realidad de este Siglo XXI Lleno de intolerancia, odio, Discriminación y si existir aún una REAL COMUNIDAD GAY, luchando en Tribunales por mis derechos contra quienes en su moemnto eran parte de mi familia, y los mismos jueces, Homofóbicos, Corruptos, y sin nada de humanidad y mucho menos conocen la palabra AMOR. En este 2024 hay un retroceso que aumentara mientras no haya conciencia ni empatía entre la llamada Comunidad LGBT..MAOV
Publicar un comentario