martes, 17 de febrero de 2015

Ser gay en los '90

Por Eduardo López Mendiola

Me invitaron a escribir unas letras sobre lo que acontecía en la escena joteril mexicana de la Ciudad de México durante la década de los noventa, y para acabarla de amolar Ismael (@Grisem19) me dice “los antros en tus años mozos”…. No se si su comentario me evocó las más exitosas cátedras de las “vestidas” del 33 sobre cómo romperle una botella en la cabeza a un cristiano siempre con la sonrisa en la boca, o simplemente hablar de ésta época en la que aprendí a romper botellas en la cabeza de los cristianos siempre con la sonrisa en la boca… ¡Pero por supollo que opté por lo segundo!

Como diría Loui en Entrevista con el Vampiro: “la generación del fin de siglo trae nuevas experiencias y genera expectativas en una muchedumbre que, alocada en si misma, se perfila hacia una dirección más liberal”. En nuestro caso, los maravillosos noventa, arrancaban con el estigma de la década anterior – sobre todo desde 1985–  donde el fantasma mortal del VIH era la “respuesta divina” a tanta sodomía y porquerías vertidas desde el Yellow Submarine y hasta Boy George. La sociedad moralina había determinado que ser homosexual, lesbiana o cualquier cosa que no fuera heterosexual hiperortodoxo en su religiosidad, y que no perteneciera a “lo común”  debía ser marcado vilmente no como pervertido o desviado, sino como Sidoso que se tenía que morir por mano y obra del ángel vengador del Señor.

La incipiente comunidad Gay… sí, en la década de los noventa apenas entrabamos con la lista de letras que nos caracteriza, hasta 1990 teníamos la comunidad Gay; en 1995 se decía Lésbico-Gay, en 1998 ya éramos LGBT, y después de allí se fueron agregando letras hasta lograr la ametralladora… Pero regreso al punto, la incipiente comunidad Gay – que quería repuntar entre los estertores de la muerte del virus –y de una mala organización interna sobre lo que se entendía como comunidad–  se enfocó a demostrar “quiénes éramos”. Para refrenar todo este tipo de cuestiones moralinas se invitaba a cuanta jotita hubiera en el mundo que saliera del clóset y se mostrara tal cual era en sí mismo… Sí claro, pero no te decían que antes de salir del clóset era necesario, aceptarse y asumirse… así que de pronto, cual arcoíris salía después de la tormenta, del mismo modo salió del closet el mundo gay.

A prácticamente cinco años del temblor de 1985, la vida nocturna se llenó de un arcoíris. Mientras en la Zona Rosa se mantenían centros de “sano esparcimiento” icónicos como El Taller, aparecieron lugares como El Antro, El Celo y los famosos CabareTitos, en toda la ciudad se abrieron una cantidad impresionante de lugares. En el Centro Histórico se contaban con lugares de tradición como El Viena –que permitía todo tipo de cosas torcidas menos besos entre hombres– que sigue estando en la calle de República de Cuba… pero no sólo era el Viena, en Pensador Mexicano –la misma calle pero del otro lado de Eje Central– estaba Los Rosales, o como se le conocía popularmente El Men, lugar de donde salían todos los shows travestis de la ciudad. Si un travesti no hacía su debut en El Men, entonces no sabía que era iniciar bien su carrera.

Bar "El Viena" (interior) 
Siguiendo en la calle de Cuba, pasando el Viena y su simbionte el Oasis, se ubicaron lugares como el 42, el Cluster –una cervecería que atendía desde la 10 de la mañana hasta las 20 horas– exactamente cuando se abrían el Viena y el Oasis. Ya rumbo a Garibaldi uno podía disfrutar un rato en el 14, un antro que compartía su clientela con lo más selecto de la milicia… pura sardina, y que tenía show de sexo en vivo ¡Por parte de los militares! Las redadas militares eran también parte del show, por lo menos una vez al mes, Para 1998 el lugar fue cerrado y se mudaron bien lejos, al ladito y ahora se llamaba el 15. Pero no podemos dejar de lado el mítico 33 que se había agenciado la canción de Mecano,  la de Cruz de Navajas,  como parte de su imaginario local.  El 33 fue el after por excelencia y que merecería un escrito independiente para él, ya que convivían desde el niño más hiperfresa del momento –e igualmente sabrosisísimo– con la vestida más famosa de la región del Anáhuac, como convivían las chicas nice con las lesbianas, sin problemas. Era el paraíso terrenal en cordialidad y armonía.
Bar "El 33". Actualmente sigue en funcionamiento

Si bien entre 1991 y el 2000  aparecieron y desaparecieron una cantidad brutal de antros, lo interesante fue la vasta oferta de lugares de disfrute nocturno de la comunidad Gay…. Desde el Catzy en Satélite, pasando por todos los antros de la Zona rosa y llegando hasta Privatta y el Ángel Azul en Universidad, la ciudad de México se empezó a enfrentar a una diversidad que se presentó con una particularidad en cuestión de la vida nocturna: los antros gay eran los únicos que abrían hasta la madrugada. Mientras la mayoría de los antros regulares cerraban a las tres de la mañana, los antros de ambiente cerraban a las cinco de la mañana y terminaba la vida nocturna cuando abría el metro. Esto logró que los compañeros de ruta voltearan a los lugares gay como parte de la fiesta nocturna.

No era difícil ver en lugares como El Butterfly, Anyway, Penélope, a una bola de jóvenes heterosexuales que se articulaban con la banda joteril del momento (¡Saludos @Maligna_Bambola!). Eso también empezó a romper esquemas, ya que esta nueva generación también estaba irrumpiendo en lugares donde el ghetto gay marcaba las pautas. Contábamos con lugares exclusivos para hombres y exclusivos para mujeres. El Taller por ejemplo no admitía la entrada a travestis o mujeres, y las veces que Tito Vasconcelos ponía en escena “Mariposa de Bar” se hacían rituales en donde “se quitara el aroma a pescado o algo por el estilo”. En este aspecto, la década de los noventa no se entendería sin Media Noche en Babilonia de Tito Vasconcelos y sin El Taller donde el célebre grupo Guerrilla Gay con sus
Bar "El Taller". Década de los 90
“martes del Taller” se posicionó como el portavoz de la salida del clóset y también fueron los promotores de un sinfín de grupos como lo fueron Palomilla Gay  y Unigay, entre otros, quienes marcaron un fuerte activismo frente a la sociedad tradicional heteronormativa.

La escena política de la ciudad de México sobre la diversidad sexual se fue reflejando en un sinfín de posicionamientos. Desde los que nos fuimos a besar en el Vips del Ángel ante la acción homófoba del gerente ante una parejita, pasando por los que nos fuimos a encadenar a Gobernación por la igualdad de derechos, hasta los que, desde la parte cultural buscaron espacios, como lo era la “Semana Cultural Gay” que prácticamente duraba todo el mes de Junio culminando con la Marcha LGBT…. y lo que sigue.

Entre 1994 y 1995, la comunidad había declarado una fuerte batalla sexo-política que abrió espacios, pero a la par también generó una reacción adversa. Los crímenes de odio por homofobia se intensificaron. La sociedad heteronormativa no estaba contenta con la acción de emancipación que se estaba dando en todos los sectores. Ya no importaba si la jotita era pobre o rica, solo por el hecho de ser distinto ya tenían problemas. Por ello mismo se propuso la Comisión contra Crímenes de Odio por Homofobia, para poder registrar todos los actos de asesinatos y violaciones a la gente “de ambiente”.

No podemos entender nuestro acelerado siglo XXI con todas estas parejitas de niños que van agarrados de la mano y donde la gente se llega a sentir molesta ante la creciente cantidad de noviecitos que se besan o en el metro, sin las acciones de la generación de la década de 1990. Es en esta década donde se abrieron muchos espacios para expresarnos, y si no se abrían los empezábamos a oficializar. El vagón del metro denominado “la cajita feliz” que había empezado en las líneas 2 y 3 del metro de pronto se masificó a todas las líneas y con horarios específicos en algunas y en otras todo el día. La lucha por los espacios era irrumpir, voltear y decirle al heterosexual impresionado si le molestaba porque si así era entonces lo harían con más gusto.

El cambio de Gobierno favoreció mucho el desarrollo de esta comunidad. La transición de una regencia Priista a un Gobierno de Izquierda con Cuauhtémoc Cárdenas y posteriormente con “Chayito Robles” –a quien se le despidió cual Evita Perón– en el Zócalo y hartas banderas de la comunidad ondeándose en favor de ella abrió camino a una nueva forma de sociabilización más heterogénea. El siglo XXI se marcaba como un camino hermoso y dulce maravilloso para el sector gay… hasta que llegó el Gobierno de AMLO, con sus políticas “inclusivas” que dieron al traste a mucho de lo que se había logrado políticamente bajo la idea de que se debía hacer plebiscito para que la sociedad dijera si los derechos de los LGBT se aceptaban o no….

Como comentario final, la década de los noventa reabrió el camino por los derechos y la búsqueda de equidad. Ahora bien, a los ojos de la historia tenemos la obligación de ir más allá de un simple panorama como el que aquí intento plasmarle a muy pero muy amplios rasgos. Lo aquí vertido es sólo un pequeño panorama, para que con sus comentarios vayamos dibujando a mayor detalle esta maravillosa y alocada década de fin de milenio.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Buscando información sobre el antro: Penélope de los finales de los 90's, principios del 2000, me encontré tu blog. Muchas gracias Ismael! Me hiciste recordar cosas maravillosas que pase en mis años de juventud! Saludos!

Unknown dijo...

Hola! Estoy haciendo un reportaje sobre antros gays en la ciudad de México. ¿Sería posible hacerle una entrevista?

Anónimo dijo...

Hola, hay muchos antros que he intentado buscar en las redes y casi nadie hace mención. Si pretendes hacer otro reportaje puedo ayudarte. Mi wats es 5542846747

Sailexmx dijo...

Hola, yo.recuerdo lugares como spazio, la estación, los varios cabaretitos que de pronto prevalecían en el medio. El box en Polanco, living en la calle Orizaba, el Ansia al sur de la ciudad. Saludos a todos!

Unknown dijo...

TOM'S Leather Bar, clandestine,el famoso 42,el 41,adelitas 14,la chaqueta,el numerito,el palacio de hierro centro histórico,el spartacus,Ixchel,el almacén,el Apolo,el vips de insurgentes y Reforma,el vaquero,el Amsterdam,Henri Donnadieu,Víctor palacios,Mitzi,Jaime vitte,Francis,la Camacho etcétera etcétera....

Anónimo dijo...

alguien que tenga fotografias del vips del angel y de un antro gay de nombre kaos en la roma, se los agradecere.

Anónimo dijo...

Falta mencionar un antro que se llamaba "el fansy" estaba no recuerdo bien si en la calle de victoria o en la calle de articulo 123 esquina con Lopez. También falta mencionar "el men", a la vuelta del teatro blanquita. Tampoco aparecen las cervecerías gay que estaban alrededor de la glorieta de insurgentes.

Neftali dijo...

Hola... Que tiempos sin duda aquellos y ando batallando al querer recordar un lugar de encuentro que estaba en la calle de Río Panuco, creo se llamaba el Sauna. Si alguien me puede confirmar gracias.
Mi cel. 5579501052

Anónimo dijo...

EL DERROCHE que estaba por Mariano Escobedo.