miércoles, 25 de junio de 2014

Del "cáncer gay" al AIDS

Por Mariana Medina
@mariana_ghost


1981-Until It’s Over…” Fuente: Aids fund Philly. 
Más allá de la controversia referente a una conspiración farmacéutica o una mutación de los chimpancés que transitó a los humanos, el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) existe y millones de personas han sido víctimas de la enfermedad y de la discriminación. Hoy en día se sabe que cualquier persona está expuesta al contagio sin embargo, sí es detectada a tiempo, puede ser sometida a un tratamiento y llevar una buena calidad de vida. Pero en un principio, ni siquiera se tenía un diagnostico preciso. Es más, ni siquiera se tenía el nombre que hoy le asignamos; se le refería como el “cáncer gay” (Gay-Related Immune Deficiency: GRID)

 Al comienzo de la década de 1980, las noticias[1] daban cuenta de una enfermedad que destrozaba las defesas de personas en San Francisco, N.Y. y L.A; se trataba de homosexuales con neumonía y alteraciones en la piel –sarcoma de Kaposi-[2] eran tratados para combatir la infección respiratoria, pero la mejoría sólo duraba unos cuantos días. Se empezaron a registrar casos similares en diversas ciudades de Estados Unidos y pronto se establecieron parámetros similares: homosexuales jóvenes que no remitían alguna enfermedad terminal pero que habían tenido buena salud y una vida sexualmente muy activa.



La comunidad gay se daba cuenta de sus bajas: se estaban muriendo y no sabían por qué. El resto de la sociedad, sobre todo los grupos más conservadores, señalaban a la  liberación sexual como la responsable. Tan sólo  una década antes, habían luchado por el reconocimiento de su orientación y la libertad de ejercer su sexualidad; una revolución sexual que hizo posible la salida del closet y, que ahora, los llevaba a una enfermedad desconocida.
New York Times. 3 de julio de 1981.
La primera vez que se publicó una noticia sobre la situación fue en julio de 1981. El New York Times lanzó un artículo de Lawrence K. Altman titulado: Rare Cancer Seen in 41 Homosexuals.[3] El encabezado ligaba de manera indisoluble el ser homosexual con la enfermedad y cabe preguntarse si de haber sido heterosexuales: ¿el artículo hubiese enfatizado la orientación sexual de los enfermos en el titulo?  K. Altman escribió: “El reporte médico menciona que la mayoría de los casos estuvo relacionado con homosexuales que habían tenido múltiples y frecuentes encuentros con diferentes parejas; algunos con casi diez encuentros sexuales cada noche y hasta cuatro veces por semana”.[4] Señalaba  a las prácticas sexuales como el elemento común; es claro el subraye que el autor hizo sobre  “promiscuidad –enfermedad”.

La homosexualidad representaba el factor principal para desarrollar el nuevo cáncer. En específico, sus prácticas sexuales eran el único elemento que llevaba a una posible explicación. Al pensar la sexualidad, en este caso la homosexual, no se debe limitar al análisis de lo que los cuerpos hacen, sino también los significados que generan. El hecho de que un hombre tuviera sexo con otro hombre generaba, por un lado, una situación biológica que derivaba en el contagio y por otro, la mayor estigmatización del gay. El otro que era marcado por su comportamiento y, ahora también, por las llagas del sarcoma en su rostro.

Para noviembre de 1981, ya se tenía el registro de 159 casos por los servicios sanitarios de los Estados Unidos  y al inicio del año subsecuente, se reconocían 200 enfermos. La enfermedad ya no estaba centrada en las tres grandes ciudades, se había extendido a 15 estados. Nueva York era la ciudad con mayor registro de infectados. “La ciudad habrá sido igualmente el lugar de la enfermedad. Fue, al menos en los países occidentales, ‘el nicho ecológico’ de la epidemia”.[6] 

También, en esos momentos empezaron a aparecer enfermos que rompían los esquemas hasta entonces establecidos: los hemofílicos,[7] usuarios de drogas intravenosas, mujeres con parejas bisexuales y personas que habían recibido transfusiones de sangre. Fue entonces cuando se pensó  en la sangre como el vehículo de transmisión. A pesar de que los casos ya no eran exclusivos de la comunidad gay, el estigma ya había comenzado.

En 1982, el CDC (Centers for Disease Control and Prevention)[8] comunicó la asociación que había entre la nueva enfermedad, el contacto de sangre  y los hemoderivados. En este mismo año, el AIDS (Acquired Immunodeficiency Sindrome)[9] fue nombrado como tal. Ya no se trababa de una enfermedad exclusiva de los homosexuales, era un síndrome que acababa con el sistema inmunológico de cualquier persona, de ahí el acrónimo. El científico y director de la National Gay Task Force, Bruce Voeller, propuso el nombre para la enfermedad y así dejar a un lado la noción de GRID o “cáncer gay”.

Los años subsecuentes trajeron grandes noticias, descubrimientos y acciones alrededor de la enfermedad: el control de  transfusiones sanguíneas, la detección del virus, la prevención de la discriminación y los altos niveles de mortalidad. Pero 1982 fue el momento en el que a la epidemia  fue nombrada, la noción del cáncer gay ya no respondía a los hechos y casos infectados. Aún así, la asociación social que se hizo de la homosexualidad y la enfermedad no fue [¿Ni hay sido?] fácil de disociar.



[1] https://www.youtube.com/watch?v=t5GZGWgvha8. Reportaje de la NBC, transmitido el 17 de junio  de 1982.  Se muestran a algunos pacientes en  L.A. Tienen infecciones respiratorias, sarcoma de Kaposi y se refiere a su “estilo de vida homosexual”. [Actualizado el 01 de diciembre de 2014, 09:25 am]
[2]“[…] un virus llamado virus herpes asociado al Sarcoma de Kaposi (VHSK), también llamado virus herpes humano 8 (VHH 8), causa el sarcoma de Kaposi. Sin embargo, el virus por sí solo, no es suficiente para ocasionar SK. Las deficiencias del sistema inmunológico, como las que presentan las personas con SIDA, pueden permitir que el virus cause la enfermedad.” En  http://www.aidsmeds.com/articles/SK_6750.shtml
[3] Clic en el enlace para consultar la nota original.   http://www.nytimes.com/1981/07/03/us/rare-cancer-seen-in-41-homosexuals.html.
[4] Lawrence K. Altman, “Rare Cancer Seen in 41 Homosexuals”, en New York Times, E.E.U.U, 3  de Julio de 1981. 
[6] Didier Eribon, “La ciudad y el discurso conservador”, en Reflexiones sobre la cuestión gay, Barcelona, Anagrama, 2001, p. 65.
[7] La hemofilia es una enfermedad que afecta a la coagulación de la sangre.
[8] Agencia del Departamento de Salud de los Estados Unidos. Es la encargada de la prevención y control de las enfermedades.
[9] Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida.  Para 1982, no se puede hablar de VIH, ya que remite a la identificación de un virus como el origen de la enfermedad. La idea de que un virus sea el responsable aparece en 1983 y en 1984 se le identifica.  

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